Entre rebote y rebote la noticia se globaliza

En la medida del avance las tecnologías de la guerra y de la comunicación, la noticia se vuelve vieja, y pierde vigencia al minuto. El mundo está saturado de millones de noticias y no hay tiempo de jerarquizar para leer. No hemos terminado ver en twitter y comentar un suceso, cuando inmediatamente entra otro que lo desplaza con mayor contundencia. Los textos no llegan a usar las 150 palabras establecidas, porque el apoyo: “la foto vale más que mil palabras”. Videos desde el mismo lugar de los hechos que solo tardan el tiempo que la habilidad del “comunicador” le permitan tomar la gráfica, escribir el texto y enviar la noticia. Por Luis Zambrano * Todos, y en especial los periodistas, comunican como si estuviesen en el centro de los acontecimientos, y en muchos casos sin ir al frente de batalla. Aquí es donde se ventila que los bandos en conflicto hacen la guerra con las armas y paralelamente, la guerra de la información, con lo cual, buscan ganar por la vía de la mentira, la desinformación y la manipulación lo que no pudieron ganar por el sendero del conflicto. En la Guerra del Golfo y los conflictos posteriores, especialmente la guerra en Siria, los Jefes de Escuadra o de Pelotón llevaban adosada al caso una cámara que iba grabando y transmitiendo en tiempo real a un centro de operaciones, lo que cada uno hace y deshace en el perímetro del conflicto. Este modelo de comunicación ha sido copiado por todos los países para su guerra contra las fuerzas opositoras, los operativos contra el narcotráfico, las intensas manifestaciones donde los organismos represores terminan violando los derechos humanos de la A a la Z. No nos vayamos más allá de nuestras fronteras para ilustrar lo ya expresado. Los recientes sucesos de El Cementerio, La Cota 905, La Vega y Petare. Los policías no quisieron la competencia de los periodistas en la información y transmitieron lo que realmente les convenía. No vimos a policías con cámaras en la cabeza. El funcionario, que no tenía la misión de disparar, solo de apoyo, o de logística, iba grabando con su celular el avance hacia el objetivo que era la toma de la denominada gallera donde El Koki y su banda realizaban sus bacanales un día cualquiera. Los reporteros se encargaron de rebotar lo que el policía amigo les enviaba y el corto comentario recibido. Así vimos, en medio de la miseria, en una sola toma que hizo el funcionario del FAES desde la sala hasta la cocina, los “ambientes lujosos” de la vivienda del Vampi, con sus ventanales hacia Quinta Crespo el Cementerio General del Sur. Los reporteros ya no son bienvenidos a esos operativos un poco sospechosos de las fuerzas de la dictadura. La represión contra la prensa y los no sumisos en Venezuela, ya es normal, pero también es normal y contundente que la tecnología ha democratizado y viralizado cualquier hecho que ocurra por más oculto que esté. Anoche, Edgar Cárdenas Secretario General del Colegio de la Seccional Caracas del CNP, reportaba la intimidación que ejecutaba el FAES en la vivienda de una colega. Segundos después me llegó desde Génova, Italia, enviada por otra colega la noticia que lanzó por Twitter la reportera Mildred Manrique: “8:01 PM Estoy dentro de mi casa con mi mama y mi hermana de condición especial. Los policías después de darle golpes a la puerta de mi casa NO les abrí, bajaron, pero hay una unidad con 10 funcionarios a dos edificios del mío. Desconozco que ocurre y porque vinieron con armas largas”. El pasado domingo, solo bastó un video de 15 segundos, grabado desde el Malecón de La Habana, para que el mundo se enterara que los cubanos obstinados de 63 años de dictadura, se lanzaran a las calles a gritar: libertad, libertad, libertad. *Miembro de Expresion Libre