El CNP ante la apertura de un nuevo proceso administrativo a Globovisión
El Colegio Nacional de Periodistas rechaza categóricamente la apertura de parte de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) de un procedimiento administrativo en contra de Globovisión por su cobertura de los hechos que entre el 16 y el 19 de junio se suscitaron en el complejo carcelario de El Rodeo y que, a juicio del ente gubernamental, califica para la aplicación del numeral 1 del artículo 29 de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resorte), que contempla lo siguiente: «Suspensión hasta por setenta y dos horas continuas, cuando los mensajes difundidos promuevan, hagan apología o inciten a la guerra; promuevan, hagan apología o inciten a alteraciones del orden público; promuevan, hagan apología o inciten al delito; sean discriminatorios; promuevan la intolerancia religiosa; sean contrarios a la seguridad de la Nación; sean anónimos; o cuando los prestadores de servicios de radio, televisión o difusión por suscripción hayan sido sancionados en dos oportunidades, dentro de los tres años siguientes a la fecha de la imposición de la primera de las sancione».El 21 de diciembre de 2010, este cuerpo colegiado advertimos a la sociedad venezolana del peligro que representa para la libertad de expresión la aprobación de la reforma a la Ley Resorte que de manera inconsulta realizó la anterior Asamblea Nacional. En ese momento advertíamos:«Las nuevas leyes ponen cerco a lo que los ciudadanos, no ya solo a los periodistas que trabajan en los medios de comunicación, expresan mediante el uso de internet, y generan autocensura, al establecer sanciones a “delitos” ambiguamente descritos o que se pueden deducir del “contexto”, dejándoles a los funcionarios y a los proveedores del servicio la potestad de censurar y sancionar lo que ellos consideren que cae en esa categoría».La Junta Directiva Nacional del CNP considera que la actuación de Globovisión se apega estrictamente a lo establecido en nuestro código de ética, porque su cobertura era de interés público, ya que había gente interesada en conocer lo que estaba sucediendo con los reclusoss de El Rodeo y de que allí se cumplieran las normas de tratamiento apegadas a los Derechos Humanos. Cuando los hechos son graves, la culpa no la tienen los periodistas, sino los que los provocaron. En el caso de El Rodeo, los hechos no fueron invento de Globovisión ni se le pueden achacar los muertos, por cuanto las personas privadas de libertad que allí residen están bajo custodia de los órganos de represión estatal y su situación es directamente responsabilidad de quienes detentan el poder. La libertad de expresión existe precisamente para bajarle los niveles de incertidumbre a la población y para ejercer control a la actuación de los funcionarios civiles y militares, por lo que deploramos el silencio oficial que trata de imponerse a los hechos de El Rodeo y la unilateralidad de las informaciones que salen por los medios en manos del Estado.Pensamos que la apertura de este procedimiento administrativo, más que una medida para controlar los “supuestos” excesos mediáticos de Globovisión, tiene como intención ulterior acallar las voces críticas y generar un adormecimiento ante hechos graves de la sociedad, a fuerza de silencio, complicidad y medias verdades impuestas desde las alturas del poder.Hacemos un llamado a todos los periodistas venezolanos a estar alerta ante el avance de la censura y la autocensura y a nuestras seccionales para que activen todas las señales de alarma ante lo que se perfila como un nuevo cierre a un importante medio de comunicación social del país. Junta Directiva Nacional del CNP Caracas, 30 de junio de 2011
El Colegio Nacional de Periodistas rechaza categóricamente la apertura de parte de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) de un procedimiento administrativo en contra de Globovisión por su cobertura de los hechos que entre el 16 y el 19 de junio se suscitaron en el complejo carcelario de El Rodeo y que, a juicio del ente gubernamental, califica para la aplicación del numeral 1 del artículo 29 de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resorte), que contempla lo siguiente: «Suspensión hasta por setenta y dos horas continuas, cuando los mensajes difundidos promuevan, hagan apología o inciten a la guerra; promuevan, hagan apología o inciten a alteraciones del orden público; promuevan, hagan apología o inciten al delito; sean discriminatorios; promuevan la intolerancia religiosa; sean contrarios a la seguridad de la Nación; sean anónimos; o cuando los prestadores de servicios de radio, televisión o difusión por suscripción hayan sido sancionados en dos oportunidades, dentro de los tres años siguientes a la fecha de la imposición de la primera de las sancione».El 21 de diciembre de 2010, este cuerpo colegiado advertimos a la sociedad venezolana del peligro que representa para la libertad de expresión la aprobación de la reforma a la Ley Resorte que de manera inconsulta realizó la anterior Asamblea Nacional. En ese momento advertíamos:«Las nuevas leyes ponen cerco a lo que los ciudadanos, no ya solo a los periodistas que trabajan en los medios de comunicación, expresan mediante el uso de internet, y generan autocensura, al establecer sanciones a “delitos” ambiguamente descritos o que se pueden deducir del “contexto”, dejándoles a los funcionarios y a los proveedores del servicio la potestad de censurar y sancionar lo que ellos consideren que cae en esa categoría».La Junta Directiva Nacional del CNP considera que la actuación de Globovisión se apega estrictamente a lo establecido en nuestro código de ética, porque su cobertura era de interés público, ya que había gente interesada en conocer lo que estaba sucediendo con los reclusoss de El Rodeo y de que allí se cumplieran las normas de tratamiento apegadas a los Derechos Humanos. Cuando los hechos son graves, la culpa no la tienen los periodistas, sino los que los provocaron. En el caso de El Rodeo, los hechos no fueron invento de Globovisión ni se le pueden achacar los muertos, por cuanto las personas privadas de libertad que allí residen están bajo custodia de los órganos de represión estatal y su situación es directamente responsabilidad de quienes detentan el poder. La libertad de expresión existe precisamente para bajarle los niveles de incertidumbre a la población y para ejercer control a la actuación de los funcionarios civiles y militares, por lo que deploramos el silencio oficial que trata de imponerse a los hechos de El Rodeo y la unilateralidad de las informaciones que salen por los medios en manos del Estado.Pensamos que la apertura de este procedimiento administrativo, más que una medida para controlar los “supuestos” excesos mediáticos de Globovisión, tiene como intención ulterior acallar las voces críticas y generar un adormecimiento ante hechos graves de la sociedad, a fuerza de silencio, complicidad y medias verdades impuestas desde las alturas del poder.Hacemos un llamado a todos los periodistas venezolanos a estar alerta ante el avance de la censura y la autocensura y a nuestras seccionales para que activen todas las señales de alarma ante lo que se perfila como un nuevo cierre a un importante medio de comunicación social del país. Junta Directiva Nacional del CNP Caracas, 30 de junio de 2011
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